Valemadrol en cápsulas.
Ya pasó el primer acceso (pinches hormonas, siempre lo he dicho). La solución a todos mis problemas: una dosis bien servida de cinismo y dos cucharadas de "me vale madre lo que pase". Si soy mala, al menos me lo tomaré con calma y haré concha (es lo único que queda).
Ayer, según yo, todo salió bien. Lo mismo había dicho el lunes en la noche, y el martes en la mañana ya me había recetado un "¡No entendiste los objetivos del estudio!". Ahora he decidido que no daré informes acerca de la salud del paciente hasta después de 24 horas. Si me vuelven a decir que no tengo idea de lo que hago, concha absoluta: Valemadrol en deliciosas tabletas masticables. Tómelo en el desayuno, en la comida, con la cena. No causa adicción, la sobredosis sólo produce sonmolencia eterna.
Empecé a escribir sobre las diferentes especies animales con las que hay que tratar en este negocio. Probablemente lo postee cuando lo termine, pero por ahora no he avanzado mucho en el teclado (3/4 de semejante texto están en mi cabeza).
El escándalo del día en la oficina: le robaron la bolsa a una de las moderadoras, mientras checaba sus correos en el hotel, en pleno León Gto. Ahora todo mundo está intrigado pensando en cómo la regresaremos a la ciudad de México, y tratan de investigar cómo lidian las aerolíneas con el improbable caso de que a alguien le roben la cartera en una ciudad que no es la propia (con eso de que la delincuencia en el mundo entero no ocurre, y menos en México). Yo ya les dije que al menos tendrá que ir a perder un rato de su valioso tiempo al MP (para levantar la denuncia y acreditar que le robaron todas sus identificaciones) pero nadie me pela/cree, y prefieren enviarle por fax una copia de su pasaporte "a ver si con eso la dejan subir al avión". Y nadie piensa en hablarle directamente a la aerolínea (¿para qué?), mejor le hablan a servicios internos para que le hablen a la agencia para que le hable a la aerolínea para que les diga que hacer.
En fin. La depresión va en retirada, ahora me vale lo que digan... Como decía el propósito de año nuevo que le dediqué a la Paos: hoy viviré de acuerdo a la ley del menor esfuerzo.
3 Comentadas:
jaja, la ley del menor esfuerzo es uno de mis grandes lemas/consignas/arengas. qué buena onda: totalmente recomendable. de cualquier modo, cuando menos en mi caso, todo para siempre jamás está avanzando hacia su destrucción.
totalmente de acuerdo
si de todos modos el mundo habrá de rodar,que mejor nos agarre confesados, pero eso si con una buena dosis (la necesaria) de ese afamado valemadrol
el menor esfuerzo es la ley
he estado pensando en una sitcom. no sé bien de qué se va a tratar pero uno de sus gimmicks/running gags será que en algún momento del capítulo alguien pregunte:
where's bitter?
eso, por supuesto, dará pie a una subtrama que a veces será divertida y otras simplemente pasada de lanza...
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