sábado, abril 03, 2010

Less emotional and such.

A ver: el que crea que los sentimientos sirven para algo aparte de para hacerte ver débil y nena, levante la mano. ¿Nadie? Lo suponía. El asunto éste de "ponerte en contacto con tus emociones" es absurdo, sobre todo porque la única que rinde algún tipo de fruto que valga la pena es la ira; las demás sólo le importan al que las experimenta, a nadie más. Guárdense sus alegrías, pues.

¿A que vine todo esto después de tantos años de silencio? Pues nomás porque sí. Porque bitter vive aunque haga cara de que ya se serenó, se socializó, se normalizó y es buena niña y no le responde a nadie. ¿Vieron Naranja Mecánica? Ni los tratamientos de choque que muestran ahí lograron hacer de Alexander de Large un ciudadano decente... y ni toda la terapia que he tomado ha logrado hacer de mí una mujercita buena, tampoco. Así que al diablo. Se acabó la corrección política, la paciencia (que es un sinónimo del silencio) y la dejadez que empieza a parecerse, genuinamente, a la estupidez. Tómenla. Bitter is back.

jueves, septiembre 13, 2007

Your Horoscope for SEPTEMBER 13, 2007

The vow of silence you took recently is finally coming to an end, COPPE. This was a great help to you because you had had enough of taking everything apart, finding an explanation for everything, theorizing on everything and even dehumanizing your thoughts. Great schemes are great in books, but they don't always come true in real life. Today, don't be afraid to talk about things, but just be sure and use a bit more moderation.

miércoles, septiembre 13, 2006

Bueno, tan tan.

lunes, agosto 14, 2006

Otro de esos tests...

Ni crean que regreso... (bueno, ya lo estoy pensando. Con tan poco que hacer y fines de semana tan... ¿cómo describirlos? la verdad es que sí dan ganas de escribir)

Nomás porque hice uno de esos tests para "compartir en tu blog", y el resultado me dejó tan sorprendida, que supuse que necesitaba publicarlo para ver si alguien más entiende por qué:

You're Totally Sarcastic

You sarcastic? Never! You're as sweet as a baby bunny.
Seriously, though, you have a sharp tongue - and you aren't afraid to use it.
And if people are too wimpy to deal with your attitutde, then too bad. So sad.


¿Alguien más está tan sorprendido como yo ante el resultado? Caray... nunca lo imaginé...


En fin.

martes, agosto 01, 2006

De ida y vuelta.

Pues de regreso, pero ni tanto.

La mera verdad es que esto de quejarme se ha vuelto monótono. Además, he estado tan entretenida con el trabajo, que ni tiempo tengo de venir y burlarme de las señoras a las que vamos a entrevistar y no saben de qué estamos hablando (por ejemplo, si tienen que usar su vaporera mientras las entrevistamos, resulta que no saben ni para qué sirven las piezas que tienen y para colmo está llena de telarañas) o de contar que tengo un nuevo miembro en la familia Berri: Itrio Galleta de Jengibre Pantufla Berri Star, una miniatura de gata que R. rescató de la calle y con la que me honró (decía Zagato que yo soy el ángel de la guarda del animalito... pues que pinche ángel de la guarda le tocó, je).


Ceci n'est pas un chat...

Una vida agitada, vamos. He estado aventándome jornadas de trabajo de entre 12 y 14 horas, cosa de la cual me enteré porque nos instalaron un programa en el que tenemos que registrar cuántas horas trabajamos en qué cosa, y me sorprendió saber que un reporte me lleva aproximadamente 24 horas (o sea que si trabajara un solo día sin dormir terminaría de trabajar más pronto, vaya descubrimiento) y además, con la onda de que quiero innovar en lo que entrego, entre K. y yo organizamos un documento que absorbió todo nuestro tiempo, ánimos y energía... ¡pero qué contentas quedamos con él!

Ayer tuvimos la presentación preliminar de la primera parte, y en realidad hacía mucho, pero mucho tiempo que no me sentía tan satisfecha con un proyecto. Hoy ya pegué un coraje chiquito por otra presentación (y básicamente porque están metiendo su cuchara personas que ni al caso), pero nada que me haga pensar en el asesinato como una de las bellas artes (como diría mi primo maravilla). K. tiene una cara como de que le regresó la fe en la investigación cualitativa y yo acabo de hacer la demostración práctica de que un buen análisis puede ser claro, conciso y creativo.

En suma: que para quejas esto ya estuvo.

Y como reseña de vida esto tampoco me convence (para eso sirve el foto blog)

Así que, oficialmente, voy a dejar descansar a Bitter por un rato... lo cual no quiere decir que deje de escribir.

Tengo otro proyecto entre manos, que había estado dormido un ratote hasta que decidí despertarlo (y luego el trabajo me tragó): Alter foja, mi columna de crítica de libros, discos y (si algún día vuelvo a ver cine) películas. Si pasan por allá se podrán enterar de la historia del proyecto, ojalá se animen.

Besos a quienes todavía pasen por acá, y los invito a que mejor se paseen por allá, acá no habrá mucha actividad que digamos en un rato (así le pasa a mis sitios, jejejeje. Soy muy, muy inconstante). Gracias por los mensajes y los besos, ¡por favor no se me pierdan!

(Adiós por ahora, bitter-personaje, y gracias por todo)

miércoles, julio 05, 2006

(instert title here)

Me gusta que la vida se nivele. No escribo tanto aquí, pero escribo mucho y eso es satisfactorio. Estoy revisando unos proyectos chidos, que entre que tienen que ver con trabajo y no, pero sí están relacionados con orientar lo que hago hacia mares mucho más creativos y probablemente más felices... En estos momentos la chamba promete, tanto, que no importa que me hayan venido a repartir por fin los simpáticos mecates cuelga credencial, que me recuerdan en todo a las cintas que le colgaban a mis sobrinas al cuello en la guardería, con una tarjeta media carta en la que venía su nombre, su foto, la foto de sus papás y de las personas autorizadas para pasar por ellas y el grado en el que estaban (maternal 2 y kinder 1, cuando mi mamá las recogía). Me lo he puesto hoy para hacerle los honores, pero no planeo repetir la hazaña (sobre todo porque es de un color "altamente corporativo").

Mis clientes del infierno (que me hicieron retrabajar el maldito informe dos meses después de terminado el estudio, so pena de no pagar) acaban de escribir: "tenemos pendiente el pago de la factura, les pagamos a la brevedad". ¡¡WOW!! Por primera vez en un mes me siento segura en mi trabajo. Si a eso le añadimos que hoy firmé mi contrato por tiempo indefinido (¿recuerda alguien el exabrupto de hace tres meses?), comprenderán que laboralmente no hay causas de crisis aparentes, aunque siempre pueden aparecer de la nada, tampoco me confío... como ya dije en el messenger: "la vida me sonríe... ¿qué querrá?".

Finalmente, hacer las santas paces con Zagato, que de galán pasó a ex con relativa rapidez (con el enojo, la tristeza, los resentimientos y esas cosas terribles que conlleva terminar) y ahora pertenece a mi selecta minoría de amigos incondicionales. Justo a tiempo, porque la caducidad está a punto de vencerse y en menos de un mes se muda al otro lado del océano. Lo fantástico del asunto fue reencontrarnos justo a tiempo para sacudir lo malo y quedarnos con los sencillos gustos en común.

Les digo... mi única queja es no tener quejas (sé que el entorno se presta para muchas, pero... por principio no me meto con la situación, al menos no aquí). O bitter berri se está ablandando... o estoy empezando a hacer lo que el helado napolitano cuando se derrite: mezclando los sabores. Hope no one will mind, hope no one cares. Y si a alguien no le cuadra... pues ni modo, hago lo que puedo. Besos a los que siguen pasando por aquí, a los que no pasan pues mi más sentida indiferencia (no se enterarán, no pasan, ja) y a los demás... pues saludos, jajaja.

miércoles, junio 28, 2006

No tengo...

nada de qué quejarme.

Chale. He estado demasiado de buenas después de estar tan ocupada como para juntar ácido suficiente para escribirles, mis queridos todos. En el trabajo las cosas marchan a ritmo normal, tan normal que no tengo quejas nuevas para hacerlos reír, llorar o desvariar. Desde que los contadores desocuparon mi departamento, todo es un remanso de paz y hasta puedo llegar temprano a la casa y cocinar, o hacer quehacer (sí, ya me puse hogareña, qué anti bitter).

Ni el banco me ha hecho rabiar, vamos; hasta voy al corriente en mis pagos con mi padre y parece que pese a todo acabaré la quincena en tablas, así que no tendré que pedir prestado, salir a mendigar o empeñar el teléfono celular (al fin que sólo me habla mi acosador mensual, ¡diablos!)

Además... hoy por la noche se cierran las campañas políticas. Hoy y mañana no hay fut. Mañana, por lo tanto, es oficialmente el día más tranquilo en los medios en lo que va del año (a menos que alguien tenga previsto un atentado y no me haya avisado) y yo para compensarlo iré al dentista por la tarde.

Para colmo, el verano empezó soleado y caluroso en vez de seguir con el pronóstico de lluvioso y azotado, y con eso de que soy terriblemente climática pues el cielo despejado me pone de muy buen humor o al menos predispuesta para que los días sean buenos...

Alguna vez me dijeron que éste sitio era el de mis quejas de bebé, jugando un poco con las iniciales de bitter berri. Lamento informar que efectivamente, i've ran out of complaints y ni siquiera por una buena razón tal como haberme sacado la lotería o estar enamorada o haber descubierto la piedra filosofal. Supongo que es una buena racha, y no sé cómo escribir en bitter mientras paso una buena racha; normalmente sólo abandonaba el sitio y ya... pero ahora estoy segura de que hay gente que lee, y "me debo a mi público", jaja.

Neeeeeh... por decepcionante que suene no es por "mis lectores". Siempre que escribo lo hago para mí, y si estoy escribiendo ahorita lo hago también por disciplina, no sólo para pedirles que me volteen a ver y no se olviden de mí sólo porque estoy demasiado tranquila como para azotarme en cualquiera de mis sitios (aunque también).

Podría haber escrito mi apasionada apología del futbol soccer (que está en camino, pero como me gusta remar contra corriente lo subiré hasta que se acabe el mundial) o bien haberme quejado de las campañas políticas y afirmar que qué bueno que ya se terminan (pero eso lo resumí tan claramente en un renglón que no entiendo por qué podría hacer todo un post sobre ello). Y como ya di mis pretextos, pues no me resta más que afirmar que hasta después los escribo... y que mi blog se devaluó por no sé que extrañas razones y ahora sólo vale 6 mil y tantos dólares... con eso ya no pago un esclavo... así que seguiré chambeando para mantenernos (al blog y a mí).

No se preocupen. Procuraré tener de qué quejarme la próxima semana, ja.

miércoles, junio 21, 2006

En via de mientras...

En lo que releo información de 16 sesiones... y la reanalizo... y la reinterpreto... y me relleva... les comparto:


My blog is worth $8,468.10.
How much is your blog worth?



¿Alguien me lo compra? A lo mejor con eso ya me alcanza para pagar a un esclavo que haga estas cosas por mí mientras yo construyo otro imperio del blog, ja.

viernes, junio 09, 2006

Bueno, ¿y?

¡Bienvenida a la Zona del Silencio! Tuve una semana emocionalmente pesada, laboralmente habitual (eso quiere decir pesada también, jaja) y muchas cosas en qué pensar. Disculparán los lectores la desaparición súbita (caigo en cuenta de que no les escribía desde que me fui a Culiacán, qué gente tan desobligada... luego por qué se me van los lectores... si no es por eso es porque les aplico dosis inadecuadas de sarcasmo, ni modo, riesgos laborales) pero no siempre puedo escribir tanto como quisiera. O no siempre estoy de humor, que también es una verdad irrefutable: para escribir bitter requiero altas dosis de un cierto humor que no siempre se acumula.

En fin, el humor se acumuló y estoy de vuelta. Entre que si escucho un anuncio más de campañas políticas vomito morado con verde y que ahora mi tiempo libre seguramente lo absorberá el futbol (sí, soy pambolerísima, le voy a los Pumas aunque pierdan y ahora estoy emocionada porque Alemania ganó 4-2) ¡más vale que me ponga a escribir antes de que la Nonna me persiga, también! Suficiente tengo con las persecuciones para entregar mi chamba.

No he viajado, pero bien que me la paso fuera de la oficina. Esta semana ha sido de juntas, juntas, juntas, juntas... me enloquece, pero me divierte. Al menos es cambiar de panorama un poco, y eso que ya estoy pensando en colgarle algo a la pared blanca que tengo enfrente; mi "barda" de cubículo está tapizada de tonterías (neobarroco kitsch, diríase) pero estoy considerando invitar a alguien a pintar un mural en el "lienzo" de 2 x 3.30 que por ahora sólo representa mis niveles de inspiración.

Tendré que presumirles el reciente cambio del Zarzamóvil (mi anterior auto, un Cutlass 1991 negro precioso) por un auto mucho más "adulto contemporáneo", el ahora apropiadamente bautizado Gee Bee Kirsch. En realidad hay una historia larga y complicada respecto al bautizo del auto ("es muy complicado el bautizo de un auto/ no es juego de niños, así como ves/ y puedes pensar que estoy turulato..." tonada de Cats, por supuesto... recuerdo haber visto la versión original en inglés en el sitio de Tlac o en el de Hilde, pero no me voy a poner a investigar, ja); básteles saber que es un PT Cruiser rojo cereza metálico. Muy yo. Si ven en la calle uno de esos zigzagueando a toda velocidad, seguro se trata de la peligrosísima bitter... ábranme paso.

¿Cómo le hice para conseguir un vehículo tan superior a mis fuerzas? Negociando con mi señorpadre.net, por supuesto. Él quería vender su coche porque compraría uno nuevo. Yo quería comprar su coche. Aceptó el Zarzamóvil como pago de enganche en un ataque de locura, y lo que falta lo pagaré en cómodas mensualidades por el resto de la eternidad. Yo feliz, y él más bien tronándose los dedos dada mi fama de deudor diverso... Quién le manda.

Con el cambio de coche y otras cosas acaecidas el fin de semana, se me movió todo el tapete. Ahora descubrí que hay cosas en mi vida que están cambiando irremediablemente, y de aquella veinteañera proyecto de comunicóloga y escritora freelance con una carcacha muy ad hoc con su persona, de pronto me he transformado en una cuasitreintona, investigadora sin título reconocido, empleada 9 to "drop-dead" y grafómana que publica en su blog (cuando puede). Ah, y con una cuasicamioneta, eso sí, bien ad hoc con su persona.

Ja. Pues sí, ni soy fotógrafa ni soy escritora profesional, ni hago radio y para volver a freelancear me faltan unos cuantos años de experiencia que estoy queriendo agandallarme detrás de un escritorio. Probablemente nunca escriba un libro (aunque eso me hace mucho más fácil escribir, no tendré que preocuparme por hacer algo que se venda) ni vuelva a exponer fotos, gracias a la democratización de la foto por la cámara digital lo mejor es el fotolog o el flickr y punto. Mi afición por la filosofía es sólo eso, una afición, y muy descuidada, por cierto.

El lunes todo eso representaba una pérdida. Con el paso de la semana, más bien se ha vuelto una nueva identidad. Soy lo que soy, y me gusta. En realidad no me puedo reprochar los cambios, he escogido mi camino en lugar de que el camino me escoja a mí. Ahora viajo mucho (y eso no estaba en el guión de freelancer), he aprendido un montón sobre MKT y diseño, tengo un trabajo que me reta, me estimula, me hace enojar y me frustra pero también de vez en cuando me hace sentir enormemente satisfecha con lo que puedo lograr. Soy la investigadora más joven de la empresa, pero también estoy cerca de llegar a la edad en la que ya no les sonará tan inconcebible que sepa algo sobre tantas cosas... Y para cuando llegue a ese punto ya tendré 6 años de experiencia, jeje.

Ya me sacudí. Otra vez, menos amarguras de lo usual. No se malacostumbren... seguro que pronto tendré más de qué quejarme. Por ejemplo, de tener que llamarle por teléfono este sábado a un fulano para recuperar mis cosas... es eso o empezar a gastar alrededor de 900 pesos en reponer discos, libros y películas. Y definitivamente, no le pienso invertir un peso más a ese sujeto!!! (y no, no es Zagato... no empiecen con las malas interpretaciones)

jueves, mayo 25, 2006

Bitter in flight.

Ya sé. Este es un blog de quejas y desengaños y amargura. Me lleva la refregada, eso me pasa por dividirme en personajes... Pero bueno, ni modo, como normalmente acá se chutan también lo de los viajes tendré que platicarles sobre una de mis extrañas pasiones: no sólo me gusta viajar, AMO volar en avión.

Hoy me desperté a las 3 de la mañana emocionadísima. Lo realmente importante no es eso, sino que tenía que tomar un avión a las 6.30 de la mañana rumbo a Culiacán, para al fin presentar el estudio de los mil viajes que terminó volviéndose una pesadilla cuando se trató de plantear los resultados.

Me avisaron antier en la noche que volaba hoy a primera hora... Y de inmediato empezaron las palpitaciones. ¡Avión de nuevo! Y ahí voy preguntando por toda la oficina y con uno o dos contactos personales "¿Se les ofrece algo de Culiacán?" Pues ahora voy a tener que comprar coyotas y coricos para hacer feliz a la gente de la oficina y a un cuate con familia en Sinaloa. Quién me manda ser tan linda.

No encuentro cómo explicar lo que se mueve en mí cada vez que me subo a un avión. Seguro que si lo hubiera hecho de niña, habría terminado queriendo ser piloto aviador, ya de perdis sobrecargo... Pero por más viajes que haga siempre traigo un entusiasmo bien infantil, desde treparme al taxi para dirigirme al aeropuerto hasta el momento de posarme en el avión.

Subirme... buscar el lugar correspondiente... 2 de cada 5 veces sentarme en el asiento equivocado... negociar amablemente el cambio de lugar para quedar en ventanilla... y siempre voy como perrito en automóvil, colgada de la ventana. Y tomo muchas fotos desde la ventanilla, a veces de la ciudad, a veces del cielo...

Hoy en específico vi amanecer en el avión. Qué impresionante... la actividad frenética en la pista, los vehículos que suben el equipaje, los aviones alineados esperando para tomar pista... Y al fondo, el horizonte pasando de morado a rojo, con una pequeña franja de color. Simplemente hermoso.

El otro momento mágico: despegar. La carrera sobre la pista, cada vez más rápido, cada vez más, hasta que con un pequeño salto, clic, ya no estás tocando tierra. De pronto estás apuntando hacia arriba, adiós todo, ese objeto enorme y pesado, esa joyita de la ingeniería, te acaba de levantar. Y ahora empiezas a flotar cada vez más alto. La ciudad se va haciendo pequeñita. Todo queda repentinamente lejos... Uf. Qué alivio. Qué maravilla. Qué sorpresa. Cuanta magia tiene encerrado ese preciso instante...

Un amigo me enseñó a brindar con el cielo. Ahora he adoptado la costumbre y lo hago cada que subo a un avión, aunque todavía no adopto todas sus mañas (cada quien adquiere las mañas que puede).

La presentación es lo menos importante ahora. Lo que me emociona es tener la oportunidad de aterrizar en la ciudad de México en el atardecer... y verla con esos ojos nuevos con que la veo cada vez que regreso. El mejor punto de observación es la fila A, siempre. Tendré que negociar mi asiento...

Más amarguras, a finales de la próxima semana. Hoy estoy feliz.

Actualización

2 noticias:

La buena: Viajé por toda la república durante un mes, con los gastos a cargo de una empresa “n” con sede en provincia. Conocí un montón sobre su mercado, me sensibilicé a las diferencias regionales en cuanto a pautas de consumo y formas de ver la vida. En suma, corrí un antropológico precioso. Hice un informe que salió a patadas y trompones pero cuya versión final me dejó muy satisfecha. Me he trepado a más aviones en este año de los que hube montado jamás en la vida entera, cosa que me hace enormemente feliz.

La mala: Los clientes que solicitaron y plantearon las necesidades del estudio no son los mismos que recibieron la información... así que las expectativas y los resultados fueron diametralmente opuestos. Hagan de cuenta que me pidieron manzanas, les entregué manzanas y los que recibieron querían carne asada con papas. Por supuesto, el error se atribuyó por partes iguales a “la mala generación del brief” (claro, si no lo hace el área de merca sino la de compras, ¿qué diablos van a querer averiguar? los que elaboraron el brief no entendían nada de la dinámica de su mercado... fue lo que averiguamos) y a “la inexperiencia del moderador (léase aquí ‘la inútil de la bitter’) en el mercado en el que trabajamos nosotros”. Ahora quieren que se retrabaje toda la información, que hace al menos mes y medio está enterrada en el olvido. Ah, y si podemos hacerles unos cuestionarios para cuantitativo (que al fin y al cabo es para lo único que sirve el cualitativo, no para mucho más...), mejor.

El colmo: Mis clientes originales eran culichis buena onda, relajados y agradables (digo, hablan golpeadón pero así pasa con todo mundo por acá). Al menos los que traté durante las sesiones de grupo. La que recibió los resultados es una recién llegada a la empresa. Como cabría imaginar, chilanga prepotente, que se burla hasta de los modismos de acá (“o sea, es que acá dicen ‘si ocupo algo’ para todo... Lo correcto es decir ‘si necesito algo’, ¿noooo?” Creo que le caí gorda desde que dije aquella frase de “el uso hace la norma, y son localismos así que en realidad no importa”), que lo sabe todo y que “no quiere parecer grosera perooooo...” Les juro que cuando me topo gente así comprendo por qué fuera del DF le sacamos ronchas a todo mundo. Shit!!

Salí furiosa de la junta. Me fui a comprar coricos y coyotas, a caminar al centro y a comer en el veintiúnico restaurante que conozco en Culiacán: uno de comida china express, que por menos de 50 pesos me sirve para atiborrarme de comida. Lo siento por los mariscos de acá que tanto me habían recomendado, no estuve de humor.

Ahorita, ya tranquila, pero literalmente: ¡Mta madre! Es como haber tirado dos meses de mi vida a la basura. Si no fuera por el turismo pagado... Al menos eso tuvo de gracia. ¡Y no es ningún chiste!

Bueno, había sido un post muy contento. Ya se normalizó, ya tiene quejas y todo. Y ya no estoy de humor para escribir más. Los veo al rato...