lunes, noviembre 14, 2005

1000 y 1 formas de evitar al loquero

Ya lo dije: me cagan las listas. Sin embargo, después de mi exitosa terapia de choque para evitar al shrink, decidí que crearía mi propio libro de autoayuda y lo pondría a disposición de los pobres incautos que osan caer por acá.

Si usted quiere evitar a toda costa terminar en el diván, puede emprender cualquiera de las siguientes actividades, o combinarlas de la forma que mejor le plazca. No cobro honorarios, no pido que se me dé crédito (al fin no inventé nada nuevo) y cualquiera de estas medidas es más barata que un tratamiento entero con el Dr. Psiquiatra (pregúntenle a la Trevi).
  1. cortarse el pelo
  2. embriagarse una noche a la semana
  3. hacer limpieza doméstica
  4. saltar del bungee
  5. dormir más de la cuenta entre semana y despertarse temprano sábado y domingo
  6. leer tanto como sea posible
  7. dejar de esforzarse en aparentar que eres feliz
  8. hablar solo en la calle, en los pasillos, en cualquier parte
  9. ante todo, salir con los amigos
  10. retomar la sana costumbre de beber 10 tazas de café al día
  11. tomar más de una hora para comer en el trabajo y regresar siempre con cara de cinismo
  12. comprar libros/discos en cantidades no recomendables para la tarjeta de crédito
  13. caminar a paso rápido por la calle durante al menos 30 minutos diarios
  14. aprovechar las horas de trabajo para escribir cosas que no tengan nada que ver con él
  15. vestirse a medio camino entre lo oficinesco y lo informal durante 4 días a la semana (el viernes toca de informal)
  16. ligar/besarse/otros con desconocidos (peligroso si se mezcla con el punto 2)
  17. cenar opíparamente tan frecentemente como sea posible
  18. comer tanto chocolate como le quepa a uno en el cuerpo...
  19. deprimirse levemente ante los kilos de más y el acné...
  20. decidir que no importa el aspecto físico
  21. renunciar al trabajo
  22. buscar una causa social inútil y aferrarse a ella
  23. dejar de pensar que las enumeraciones sólo funcionan si se redondean en múltiplos de 5

El 23 es un número perfecto. Así se queda.

jueves, noviembre 03, 2005

Otra vez la maldita tentación...

Juro que ahora no es mi culpa. Tengo cinco semanas trabajando en un lugar nuevo. Llevo cuatro viajes a provincia.

La semana pasada, como si nada, me preguntaron que a qué me quiero dedicar. Di una respuesta diplomática y juré que no lo pensaría... Pero se quedó abierta la ventana de oportunidad.

Ahora, después de una semana entera de "no pensarlo", le he dado tantas vueltas que he determinado que quiero algo más y algo menos de mi vida.

Hoy es el día de poner las cartas sobre la mesa; si todo sale bien tal vez es justo esto lo que estaba pidiendo. Si no... bueno, no me importará perder algunas cosas para recuperar otras.

Digamos solamente que ayer me dediqué a ama de casa y estuvo fabuloso. Que tanto estar fuera de la oficina me hace saber que no puedo pasar 14 horas al día en una (pero eso ya lo sospechaba desde antes). Que acabo de caer en cuenta de que es la primera vez en mi vida que estoy dedicada a una sola cosa, y eso afecta para mal mi capacidad de concentración...

Veremos como sale todo. ¡Necesito tanta suerte como antes!