miércoles, abril 05, 2006

Bienvenidos a la vida surrealista de...

Viva viva.

El viernes tuve un curso de motivación, por eso ando tan animada... ¿Pueden imaginarse entrar a una de esas sesiones de 6 horas escuchando lugarse comunes después de la comprobación de viáticos que vino del infierno y la firma de contrato vencido? Pues bienvenidos a la vida surrealista de bitter.

Después de subir el post anterior, me lancé a la fiesta loca con Monique y el resto de la banda, en pleno jueves por la noche. Estuvo muy, muy chido, a excepción de que me la pasé sobria (¿qué estado es ese para una fiesta así, por dios?) y de que a las 2.30 am me entró el complejo de "Mta, ya estoy vieja para estas fiestas", así que a las 3.30 salimos huyendo junto con la mini Chinos. Dormimos de 4 a 6.30 am... y de ahí a empezar el día.

Yo, por supuesto, no manejé hasta mi casa, sino que me quedé en casa de la Chinos que está como a 10 minutos de mi oficina. No llevaba ropa, así que sin bañar, bien desayunada (ah, una madre que le haga el desayuno a una... eso es como momento mastercard, no tiene precio) y con la ropa de la fiesta (bueno, ahora que lo recuerdo, tenía una camiseta y compré un sweater presentable en Gigante, 139.90 con descuento, y no se ve mal, je) me presenté en mi oficina... Sólo para salir corriendo a las oficinas centrales de la empresa, al curso.

Llegar y tomarme dos tazas de café fue todo uno (eso y mandar un mensaje escrito con la doble finalidad de desaburrirme y contactar al hombre que me ha tenido de cabeza en esta última semana). Me pusieron una etiqueta con mi nombre (horror, yo hago eso con los participantes en mis sesiones) y empezaron a hablar de algo... En realidad no recuerdo nada de la primera hora, estaba yo dormida con los ojos abiertos.

Para mi vergüenza, tendré que admitir mi formación académica: administrador de empresas; ahora sabrán por qué. Cuando desperté fue porque venía regresando del baño y descubrí que mis compañeritos de curso estaban haciendo grupitos y anotando en papeles. Yo me había sentado con gente que no era de mi área... era de administración y finanzas. ¿Qué estamos haciendo? "Ah, definiendo las diferencias entre un grupo y un equipo" me contestó mi entusiasta compañera. Cuando descubrimos que las tres habíamos pasado por esa diferenciación durante semestres y semestres... casi nos desarmamos de risa.

Perdí la diversión cuando el coach dijo que iba a empezar con las películas, y procedió a torturar(me,nos) con la fantástica "¿Quién ha movido mi queso? La película" ¡¡¡Mtamadreeeeee!!! Esa fantástica fábula empresarial sobre cómo hay que ser instintivos como los ratones y correr a lo pendejo aunque no sepas para dónde y el cambio no haya demostrado ser bueno o malo, o aunque no tengas objetivos... Mi cerebro empezó a hervir, pero dediqué buena parte de la proyección a dormir con los ojos abiertos y a mandar mensajes (deveras, ese hombre no sabe de las muchas que me ha rescatado, jaja). No pude evitar hacerle saber mi parecer al instructor al finalizar el video, lo cual me valió una cara de "ya me arruinaste la sorpresa" y su pánico cada vez que parecía tener cara de participar.

Después de eso, receso para fumar (en mi caso, vomitar. Dicho por un amigo que también sabe de cursos y de aviones: "¿y no te dieron bolsita para el mareo junto con el curso?"). Al regresar, ooooootra fabulita de "los negocios se manejan como los animales": seamos como ardillas, como castores, como gansos, como ratones; es más, ahora me doy cuenta de que los roedores llevan la delantera en el mundo de los negocios.

Me dio tiempo para averiguar que estas historias de éxito (léase Gung-Ho, Fish!, el reputisi... perdón, reputado queso y muchas más) son la versión empresarial de las telenovelas. ¿Por qué? Chequen: una persona, de preferencia perteneciente a una minoría (ahora las favoritas son las gerentes, pobrecitas mujeres enfrentándose a un mundo empresarial injusto) logra subir en la escala social (en este caso jerárquica). Tiene que enfrentarse con adversidades aparentemente imposibles de solucionar, pero al final encuentra la ayuda necesaria y logra el éxito. Esa ayuda viene de gente aparentemente más jodida que ella (un nativo americano, vendedores de pescado, etcétera), que conoce la sabiduría de los animales. Esa gente responde a la pregunta: "Si ellos que están jodidos pueden ser felices, ¿por qué yo no?" Y entonces, la moraleja sería: ¡HAY QUE SER JODIDAMENTE FELIZ (y medio animal)!

Por supuesto, la mitad del curso la dedicamos a hablar de liderazgo. Adecuado, considerando que el único que faltó de mi área fue precisamente MI JEFE... por supuesto que nos ayudó a diagnosticar la falta del mismo (la falta del jefe y la del liderazgo, no es redacción confusa). Con el paso del día (duramos TODO el día laboral encerrados) los ánimos se iban poniendo cada vez peor, y para colmo la sala en la que estábamos era como para 20 personas sin proyector y sin computadora; por supuesto que con 22 personas, computadora y proyector adentro, el calor era como para cocinar al vapor. Cuando llegamos al video de "Lance Armstrong trabaja en equipo" cerré mis ojitos cleto y no supe de mí hasta que las voces dejaron de arrullarme.

Al final, el brillante instructor decidió que hiciéramos ejercicios de relajación que requerían estirar las manos, así que "había que apagar los ventiladores". Los 20 minutos más largos de mi vida... sofocándome, muerta de aburrimiento, deseando salir corriendo a mi depto para darme un baño y encontrarme con el misterioso hombre de los SMS (pensar que antes de eso mi plan era ir a la despedida de un ex mejor amigo de su trabajo) y hasta el vómito de escuchar cómo los animales pueden dirigir sus "pequeñas empresas" mejor que cualquier humano...

¿Eso explicará por que luego en los puestos gerenciales sólo encuentras bestias? (y no siempre, que conste; conozco algunos directores chidos y/o inteligentes... pero hay tantos animales en las altas jerarquías que empiezo a comprenderlo: el más animal se queda con el mejor puesto)

Lamento haber escrito hasta ahora. Es sólo que el fin de semana estaba demasiado feliz; se requería de unos días de oficina y un reporte que se resistiera a todos mis esfuerzos para inspirarme a hacer este blog... ¡Pero estoy de vuelta! ¡Y reloaded! (El café alucinógeno de Córdoba me da alas, creo)

8 Comentadas:

Blogger Karacteres dijo...

Cierto, por qué diablos no lo había visto así: tienes que ser un animal, pero bien animal, para tener un buen puesto... yo tengo un capibara por jefe (que me perdone el capibara)

saludos loquita (y no de la cabeza, eso es aparte)

10:44 p.m.  
Blogger Esquizofrenia Inc. dijo...

Jajajaja, no terminaste con dagno (el maldito teclado anglosajon sigue negandose a aprender determidos simbolos) cerebral masivo... quien se le haya ocurrido la idea de los cuasi-cursillos de superacion personal deberia de ser mandado a la picota o por lo menos enjuiciado por crimenes contra la humanidad.

Entiendo por lo que has padecido, pero creo que ahora estas en posibilidades de explicarme la profundisima filosofia del robo de productos lacteos o la sabiduria encerrada en las palabras del guru Cornejo.

Lo cual no deja una pregunta que es peor la burocracia o los mal llamados cursos de autosuperacion... que fue primero el hueno o la gallina

1:08 a.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

¡Para algo tenía que servir la semiótica! Las fábulas de animales son, en realidad, un claro mensaje de ¡jódete! Los animales no pueden hacer otra cosa más que seguir los designios de madre naturaleza; los humanos, lo de padre corporativo.

Otra cosa. ¿Cómo es posible que cinco personas con formaciones que van de las finanzas a las matemáticas aplicadas entiendan lo semiótico de un estudio y un gran jefe sureño siga con la mirada perdida? Tú que eres sabia, ilumíname.

1:55 a.m.  
Blogger elisa dijo...

Ja ja, Bitter "reloaded", eso está buenísimo, bienvenida amarguita recargada. No manches, eres mi ídolo: haber aguantado con tremenda desvelada tanto choro...

8:01 a.m.  
Blogger Salvador Fabela dijo...

¡¡Estás gruesa bitter!!

¡¡Qué paciencia y qué tolerancia!!

Afortunadamente yo no he tenido que asistir a cursos de esa naturaleza. Pero me pongo en tu lugar y a partir de la primera película del ratón me hubiese salido, valiéndome madres lo que el monigote ese que tenías por instructor hubiera pensado de mi.

Pero el broche de oro fue lo de Armstrong. Uta! ese es el prototipo que nos quieren vender los pinches gringos, "el winner", el güey que salió de la adversidad para conquistar no sé cuántas veces más la tour de France. Me caga!! Hay algo muy oscuro detrás, no me queda la menor duda. Y luego, sus pinches pulseritas aaarghhh!!! El tipo es infumable. in-fu-ma-ble.

Lo más cagado es que haya gente que deveras crea que te puede convencer con sus fabulitas de animalitos.

Afortunadamente la amarga experiencia no mermó tu fin de semana. Por cierto ,te estuvimos esperando en Motolinía!!

Será pa´la próxima.

Abrazote!!!

1:29 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

oigan,
pero ya,
en serio en serio,
¿quién se ha robado mi queso?

11:26 p.m.  
Blogger Coppelia dijo...

car: no deberías de poner tu nombre tan descaradamente!!! jajajajaja. Y sí, tu jefe es un capibara, pero con moquillo.

esquizofrenia inc.: que bueno que pasan por acá (yo sé que dentro se esconde todo un comité, presidido por Diotallevi). La realidad de la filosofía del robo de productos lácteos es que hoy me cené unas rebanadas de queso Gouda... Y ¿dónde diablos te metes cuando necesito un confidente barbón? Marqué a tu casa y nada...

páramo: tal cual. Y no soy tan sabia como para saber dónde quedó la semiótica, eso es peor que jugar "¿Dónde está Wally?"

Daria: pues no es gran heroísmo... se siente como ir a la universidad sin dormir... sólo que más viejo... ;) Un abrazo.

rovan: ¿salirme y perder la oportunidad de reseñarles estas maravillas? Además... si no me ponían mi asistencia... tendría que haber estado en la oficina... contemplando las paredes y a mi jefe (que según él se quedó allá, aunque a mí me cae que se fue de pinta). Eso es definitivamente peor que chutarme al queso y a Lance Armstrong. JUNTOS.

alónimo: tu queso... tu queso... no sé! Espero que no haya sido el que me jambé para cenar!

Saludos a todos.

2:15 a.m.  
Blogger asco dijo...

Que bueno que me lo dices, no me considero ni inteligente ni animal, así que... seguiré viendiendo libros.

Me recordaste mi preparatoria. Tenía una clase que tenía cierta relación con administración y contabilidad en la cual me dejaron leer quien se ha robado mi queso. Nunca lo leí, así que amenzaron con mandarme a extraordinario, pero como hable con la maestra y expuse mis chairos temas acerca de semejante situación no hubo problema y hasta hoy continuo con mis estudios.

Salud.

6:52 p.m.  

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