sábado, marzo 18, 2006

TJN, BC.

Todavía no me acabo de acostumbrar a Tijuana. Tal vez tenga que ver con que es una ciudad que no puedes conocer caminando; lo mismo me pasó, por ejemplo con Mexicali... es más: si metemos a Mexicali, a la zona de Naucalpan que está rumbo a la carretera de cuota a Toluca (sí, esa de cerros y acantilados llenos de casas grises) y unos drives californianos en una coctelera, probablemente tengamos un buen panorama de lo que conozco de Tijuas.

Según un culichi bigotón que me topé en el vuelo de venida para acá…

Pausa importante: por lo que más quieran, ¡no me vuelvan a subir a un “avión” de Aviacsa! Prometo comerme mis verduritas, juro que me porto bien, que me quito el acentito norteño indefinido del que empiezo a sentirme orgullosa y que he tardado dos semanas en ganar, que ya no me quejo de que el idiota de tesorería me deposite los viáticos tarde... ¡pero no me vuelvan a subir a esa cosa! Hubiera sido más cómodo y barato el viaje en camión (y el lonche hubiera sido muy parecido en aspecto, pero mejorcito... al menos no me hubieran dado un bollito relleno de carne humana picada, ni Conchitos Encanto (que sí tuvieron su encanto, jeje). Total, para las 6 horas que me chuté (en lugar de las 4 que deberían de haber sido, con todo y la escala en Culiacán), mejor me hubiera hecho 12 en camión de lujo, con 4 personas por fila en vez de 6 apretadísimas, y seguro que sin retrasos por fallas (1 hora en Culiacán, a sol y agua) o porque bajaron a un jugador de los Dorados en el aeropuerto de Mty por hacer un comentario que no le gustó a la sobrecargo (50 minutos, sin agua ni nada). Súmadle por favor las sobrecargos jetonas (incluida la gorda con el peinado de “Mi bella genio”), los golpes en el codo con el carrito de las bebidas en los dos trayectos (¿por qué chingados me dejaron en el pasillo, si yo iba a estar hasta la llegada final?) y una pinche chamaca que se dedicó a chillar TODO el trayecto de Culiacán a Tijuana (¡maaaMIII! ¡Quíiitamée el cinturóoon, mamiiíii! ¡MaaaMIII! ¡Teengocaloor, mamiiiíii! ¡MaaaaMIIII! ¡Teeengofríiiooo, maaamiiiíii! ¡PaaaaPIIII! ¡MimaaamiiimeeegritooóOO, paaaapi!!) y ya se imaginarán de qué humor llegué.

Regresando al tema: cortesía del culichi bigotón que traía de siamés en el vuelo de Culiacán a Ti-yei (así le dicen...) me enteré de que este proyecto me ha hecho visitar las 3 ciudades más inseguras del país: DF (ya sé que vivo ahí, pero últimamente sólo paso de visita), Tijuana y Culiacán. Mhmmm... en realidad de la única ciudad que me sorprendió fue de Culiacán; ya después entendí que más bien cada ciudad es insegura a su manera. En el DF todos sabemos que podemos ser asaltados en cualquier lugar y momento, además de temer que le caigamos gordos al ratero y terminemos heridos o muertos; o también sabes que te pueden secuestrar, pero creo que vivimos con eso. En Culiacán más bien son encajuelados que aparecen, ajustes de cuentas, robos de auto... Acá en Tijuas no estoy bien segura, pero todo mundo te advierte que no camines solo en la calle (¡no sé qué te pueden hacer! sólo sé que todo mundo me lo ha dicho). De hecho, por mi necedad de conocer caminando, me metieron un susto buenísimo... Nada serio, en realidad sólo un susto, literal.

Vagabundeaba por las cercanías del hotel (para los que conocen, el Real del Río. Para los que no conocen, en una zona mixta, dicen que como casi todo TJ, a dos o tres cuadras de una “colonia popular” y a dos cuadras de dos avenidas tipo California) cuando un tipo me chifló. Igual que si hubiera ocurrido en el df, no lo vi, no hice nada, nomás seguí caminando (vamos, ni lo insulté, ni “cabrón” le dije). Pues para mi pánico, el fulano empezó a seguirme, como a 10 pasos de distancia... Yo apreté el paso, pero cuando caminé enfrente de un restaurante con vidrios de espejo el imbécil seguía atrás. Acabé metida en un Calimax (supermercado de California, como el nombre parece indicar) nada más para tener más gente alrededor, jeje.
Si a eso le sumamos que me tomé dos tazas de café en el desayuno, y que con la última aproveché para pasarme las 2 cafiaspirinas para lo que queda del dolor de muelas (o sea, más cafeína) ya se imaginarán cómo acabé: taquicardia, acelere y nervios. Sospecho que eso es todo el dopaje que aguanto, FUCK!!

Finalmente regresé a la misma avenida de siempre, la que me lleva del hotel a la oficina local de mi empresa... con tal tino que acabé metiéndome en un centro comercial (doble FUCK). ¿No que no me iba a meter en centros comerciales? Bueno, lo siento. Pero descubrí el Dorian’s, que no es otra cosa que la tienda departamental de acá; para explicarlo mejor, es como si Palacio de Hierro se casara con Woolworth y tuvieran un hijo que se viera como mamá “Soy totalmente Palacio” pero hubiera sacado el carácter del papá (populachero, abierto, con aspecto provinciano tradicional pero “gente”, pues). Por 700 pesos me compré 3 trapos de buena calidad, cuando en su paralelo chilango-regio por 700 varitos ni el saludo de las pinches cajeras, vaya. La cadena alimenticia es Dorian’s–MAS (todavía sin paralelo chilango)–DAX; este último ya de plano es igualito al Woolworth chilango aunque todavía más lleno de productos importados. Lo de los precios supongo que es por la cercanía con la frontera; como con las caravanas de comerciantes en el Oriente, acá se rumora de los malls más allá de la frontera, donde todo cuesta pesos, centavos casi... le creí al rumor cuando, al salir del centro comercial, el taxista me dijo “Pero acá adentro todo está bien caro, ¿no?” Hubieran visto mi muy chilanga cara de asombro, jeje.

En fin. Esto lo postearé mañana antes de irme, pero después de desayunar. Mi vuelo sale a las 12 del día, y llego a México a las 5 de la tarde (pinches zonas horarias)... Me reporto con la familia Berri (el domingo es cumpleaños de mi madre, ingratos), holgazaneo un poco el lunes y el martes, y el miércoles ya estaré volando a Tuxtla. Ya me saboreo las recomendaciones (la de Mty fue buena; todavía les estoy debiendo el post, prometo solemnemente subirlo en mis días de “descanso” en la jiudá de la ejperanja) y la verdad es que sospecho que todo saldrá bien (espero, Alá me ayude).
4 down, 1 to go!!

PD: La idiota de mi exjefa acaba de despedir a mi mejor amigo, que fungía como editor (pese al crédito de asistente editorial) para dejarle su lugar a una pendeja que como editora debe ser muy buena policía... por lo que he visto: a. no sabe usar la computadora (necesitaba mecanógrafa) b. no sabe escribir (leí dos cosas, con eso me bastó) c. tiene una ortografía pésima (en una corrección a ojo de pájaro, errata tras errata, y eso que yo no era buena correctora). Por lo que a mí respecta, Algarabía is dead from now on.

2 Comentadas:

Blogger elisa dijo...

Dear Bitter: Me has hecho reir mucho este domingo. Y mira que buena falta me hace precisamente ahora. Eso de la tienda como hija de Palacio y Woolworth está genial. Espero que después de tanto trajín descanses mucho y puedas continuar con tus magníficas crónicas sobre el "interior de la República". Besos y abrazos.

12:29 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

jajaja... no te conozco, pero la verdad es que me haz hecho pasar un rato super agradable leyendo tu comentario de mi TJ adorado, esta muy chilo. Solo que no me gusto que a nuestro Dorian´s lo hayas comparado con Woolworth, ¿que culpa tenemos nosotros que en chilangolandia crean que Abercrombie, American Eagle y Hollister es marca cara?

9:53 a.m.  

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