martes, marzo 28, 2006

Turn around and keep your hands where I can see them!

Bueh. Sobreviví al día de ayer, que ya es mucho decir: juro que la cruda laboral me produjo hasta síntomas físicos, me sentía enferma, pesada, con dolor en las articulaciones y mareos. En algún momento sospeché que algún cuate me había contagiado el virus del dengue, o que mi hermano me había pegado su extraña enfermedad mortal del domingo (que más bien fue motivada por andar mezclando Red Bull con quién sabe qué madres); el asunto fue que cuando salí a comer con el ilustrísimo otro aL noté que mi cabeza había dejado de doler, que me sentía más ligera y hasta con ganas de hablar. En suma, noté que lo que me hacía sentir enferma era estar en la oficina. Sopa.

(acabo de notar que uso sopa como mala palabra, al más puro estilo mafaldesco. nota inútil...)

Aparte, justo acaban de cambiarme la computadora de escritorio. No me quejo, está nuevita y tiene un monitor grandote... El cerdo de peluche que trabaja conmigo (es en serio, se llama Chancho Tocino von Sauerkraut y ha pasado por los monitores de todas mis computadoras... excepto las laptop) tiene nueva casa y me ve desde arriba con un aire de superioridad que ni él se la cree. El único asunto es que, como estuve fuera tres semanas, decididamente el mejor día para hacer el cambio de computadora era, por supuesto... ¡ayer!, que yo ya necesitaba tenerla. Además, llegar de viaje y descubrir que tu lugar ya no tiene computadora es un poco dañino cuando eres tan paranoico como suele serlo esta amargada: "¡Mta! Si ya no hay computadora, al rato me piden la silla y que despeje el cubículo de todas mis mugres (que, como se puede ver en la fotografía, son bastantes)". Dicen que acá más bien te ahuyentan y dejan que tú solito decidas irte, pero quitarme la computadora me parecía un poco excesivo, jeje.

Para mayor diversión, el bittermóvil tuvo otro de sus ataques de vejez y trató de suicidarse. No lo consiguió, sólo se cortó un cable de las bujías con el ventilador, pero igual me hizo perder toda la tarde de ayer en el mecánico... cosa que decididamente le agradecí, considerando mi estado físico y anímico ayer. Ya más tarde y con más calmita regresé a la oficina, trabajé un poco y me retiré para llegar a mi vida cortazariana:

Depto tomado
Explicaría, pero estoy acostumbrada a que acá más bien ya han leído a Cortázar y me pirateé el concepto de su cuento, Casa tomada. El caso es que yo soy sub sub arrendataria del lugar en el que vivo, que en realidad es el departamento que mi tía a su vez renta de otro señor, y en donde ella tiene su despacho de contabilidad. Eso quiere decir que mientras yo trabajo, mi casa es una oficina, y que cuando salgo de trabajar tengo mi baño, mi cocina, el librero y una recámara enteros, para mí solita (sí, sarcasmo). Como para los que trabajan (o trabajábamos) en el medio editorial el cierre es la temporada de locura, igualito es para los contadores el cierre fiscal, sólo que es una vez al año y dura dos meses.

Traduciendo: hace mes y medio que mi casa está invadida inclusive los sábados por un contador cincuentón que ni es mi pariente, al que ya alucino y que para colmo fuma (y ni siquiera de la verde). Una cosa es que mis amigos fumen durante una fiesta en mi casa... y otra cosa es que un desconocido se chute una cajetilla en mi ausencia dentro de la sala (ese olor a cigarro encerrado, caraxo) diario. Para mayor gusto, trata el baño como baño de oficina, y si se ensucia ni me fijé y si se acabó el papel pues las servilletas son chidas. Con lo ideática que soy, se imaginarán que soy rete feliz... El colmo fue el sábado, que me paré tarde, me quise meter a bañar y ¡sorpresa!, el don me rebotó la puerta diciendo "¡Perdón!" (traducción: se metió al baño sin poner el seguro. Gracias a dios el botó la puerta antes de que pudiese yo dañarme mentalmente ¡puaj!)

Cada vez que está el señor en cuestión puedo emprender una de las siguientes acciones: instalarme en el comedor, quitadísima de la pena, poner música y platicar a gritos (si estoy acompañada) o encerrarme en mi recámara y no salir hasta que se desaparezca (si estoy sola). Ya se ha tirado la puntada de querer platicar con mis amigos de música clásica, también; o de contestar el teléfono un sábado en la tarde (número equivocado, yo no le he dado el número a nadie precisamente porque es el de trabajo de mi tía) y decir que la señorita estaba "durmiendo". Ah, que la ...

Ayer llegué a las 9.30 pm, y el contador seguía ahí. Y yo que no tenía ganas más que de ponerme la pijama... Mta. Me encerré, me quité el disfraz de humano y me puse a leer. Dieron las 11 de la noche y no se iba. Me dio hambre. Estuve a punto de salir en pijama hacia la cocina (¡me caga que me vean en pijama! Más me caga si son desconocidos, of course; ni siquiera tiro la basura en pijama, por amor del cielo... lo dicho, soy ultra ideática) cuando me encontré con mi bolsa jumbo de cacahuates japoneses con limón (vicio adquirido cortesía de mis viajes en avión). ¿Adivinan que cené?

Lo bueno es que estoy leyendo El péndulo de Foucault, que me tiene suficientemente entretenida como para ignorar al bicho. Y yo soy más necia que los protagonistas de Cortázar... ¡No me voy a salir! (¿dónde voy a pagar menos de renta por un lugar tan céntrico? Jaja) Espero, por el amor del cielo, que abril se pase rápido. En mayo ya no tiene pretexto para aparecerse lo sábados, ni para quedarse después de las 8 de la noche, "lo sentimos, pero esta oficina tiene estrictos horarios de oficina".

So is my life. Como bien decía el que no debe ser nombrado: "¿No me digas? ¡Qué interesaaante!" (léase con el adecuado dejo de sarcasmo)

8 Comentadas:

Blogger elisa dijo...

Qué bizarro que suena la casa tomada. Pero a veces así tiene que ser, es decir, independencia + ubicación son básicas. A mi me pasó que me la pasé ocho pinches meses viviendo en el depto. que mi amiga, la que me renta donde ahora vivo- empezaba a rentar para entonces dejarme el suyo. Resulta que una larga convalecencia la postró en cama meses, y ahí me ves a mi, re chula viviendo en un depto. raro, grande, pero feo, durante semanas que se prolongaron, con una sensación de desplazada hórrida. yo sé que no se compara con tener un visitante temporal con esas características, pero algo tiene que ver con esa sensación de no sentirte como en tu casa...¡en tu propia casa!, carajo. Ánimo Berri, ya llega abril y el tiempo de vida de esa criatura llega a su fin. Beso

9:50 p.m.  
Blogger Vicadin dijo...

Me ofende usted, claro que he leído a Cortázar, jajaja Bitter Tomada.
Eso de tomar las tan en boga "Energy Drinks" hace mal, unos amigos y yo agarramos la peda desde la mañana con una combinacion mortal: Jonnie Waker y Boost, nada recomendable, bueno deliciosa la peda, pero el reflujo, la temblorina y el insomnio estan de antología

10:15 p.m.  
Blogger HL dijo...

Querida Bitter: vos sos grande al pasar por tan tremenda situación con tal estoicismo. Yo ya me habría desquiciado! Depa tomado, definitivamente! Ayer pasé por aquí y quise dejar un comment en el post anterior (pero por angas y mangas Blogger no me dejó ponerlo) diciéndote que no creo que la opción sea volverse lesbos, como te decía tu amiga, pero que encontraba una alternativa en esto

Un abrazo! Y felicidades por el tino en las 10 buenas...

10:53 p.m.  
Blogger HL dijo...

JAJAJAJAJAJA!
Salud Adictvm!! No manches, Bitter, qué crees que pasaría!

3:51 p.m.  
Blogger Tita dijo...

hola querida bitter

bienvenida al df y al caos de departamento que por lo visto tienes, pero tambien tienes toda la razon una renta barata en un depa centrico en el df vale muchas penas, entre ellas un contador cincuenton...jajaja

pues animo..y que gusto me da que podras ir a la expo, pues ahi invita a tus cuates..hay obras interesantes y ahi me comentan que les pareció...

besos

san

9:43 p.m.  
Blogger Coppelia dijo...

Daria: es algo así como tener vocación de refugiado de la ONU, definitivamente... Ya nomás espero que abril se pase rápido (es la temporada de declaraciones de personas físicas, ¿cuándo en la vida me había enterado de las cosas que tenían que ver con hacienda?) y que el contador se esfume, al menos los fines de semana.

Don vic: chale, sí... Me acuerdo que alguna vez tenía clase de 7 am (yo que por algo suelo apodarme vespertina) y decidí, para poder estar medio despierta, tomarme 2 red bulls de corrido en ayunas. La temblorina posterior fue categoría "Coyote-tomando-pastillas-de-terremoto"...

Hilde von Bingen: a veces yo tampoco sé cómo lo aguanto, pero después recuerdo lo que me cuesta la renta y decido apechugar al mnenos otro año... ja. Y me gustaron tus alternativas, definitivamente.

alcaudón: uy, y eso no es nada... ahorita estoy de buenas. ja.

adictvm: ¡bienvenido seas! Qué bueno que te parece divertido este caos. Lo de la venganza suena bien, pero se trata de castigarlo, no de premiarlo, ¡imagínate! si de por sí no sale del depto...

san: sisisisisisisi, ¡este sábado sin falta! ya platicaré como estuvo...

Vayan a la expo, la invitación está aquí...

Abrazos apretados a todos. Hoy estoy muy de buenas y al rato iré a que me lo quiten en tesorería... ;)

1:10 p.m.  
Blogger pk dijo...

Hola, Bitter. Paseaba por aquí -el depa, el gordo y el blog- y decidí dejarte un comment. El péndulo de Foucault es una chingonería, aunque yo sigo votando por El nombre de la rosa. Ahí me dices.
K.

Ps. No estoy de acuerdo con Alonso y contigo sobre la espera en el aeropuerto. Gracias a Dios en la chamba siempre me dan los pases de abordar y llego sólo 15 minutos antes del vuelo (seguido tengo que escuchar, por el auricular, la voz de la señorita del taxi -los pido en la noche para salir tempranito- que dice "¿no está muy apretado su taxi en relación con su vuelo?"). Quizá las excepciones puedan ser algunos aeropuertos: Amsterdam -en efecto-, Narita, Dallas -digo, este sólo por el tamaño: si tienes una conexión larga, puedes pasear mucho- y... y ya.
Ps. Ánimo, que el desamor es la única muerte de la que puedes renacer.

4:40 p.m.  
Blogger Coppelia dijo...

pk: ¡bienvenido, gracias por la visita! El péndulo... está bien divertido, aunque coincido contigo: El nombre de la rosa es mucho más libro. Éste me tuvo intrigadísima por ver que nueva burrada entrelazaban, y muerta de risa por las ocurrencias; pero Guillermo de Baskerville es grande entre los grandes.

Ah, y el desamor va de salida. Dirían: La donna é mobile, y tendré que añadir que eso es una absoluta bendición; odio incubar dolor durante tanto tiempo.

9:17 p.m.  

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