Jugando al Turista.
Pues bien. Ayer mi jefe me avisó que estaré de viaje las próximas tres semanas. Todavía no sé cómo rebotaré entre ciudades, pero en dos semanas y media (y es la segunda mitad, porque la semana del 19-25 de marzo empieza muerta) recorreré 5 ciudades...
¡Ya tenía dos meses sin salir de viaje! He jurado que me lo voy a tomar con filosofía a partir de ahora, sobre todo porque hace calor y me mandan al norte del país (ooootra vez Tijuana, esa ciudad que asusta tanto a los chilangos; Monterrey, Culiacán...) y después de que la primavera entre oficialmente (extraoficialmente le valió y se instaló comodamente desde hace una semana acá en chilangomex), voy a conocer Tuxtla Gutiérrez.
Para mayor efecto puedo decir que también visitaré el Bajío, porque estaré 2 días en Guadalajara; con eso ya habría cubierto casi todas las "zonas" de la República. Ahorita que describí el viaje me suena como a que estoy jugando Turista; ojalá pase por México cobrando 200 pesos, así me alcanzará para comprar Durango y poder poner restaurantes... ¡Pido ser la planchita! Bueno, en el Turista nacional no había planchitas; en el de lujo había coches de plástico y en los más baratones peones de ajedrés de colores estrambóticos. Tons' pido el color verde (todo mundo pide el rojo o el azul)
Ahora sí me congratulo ampliamente por haber comprado a Circe. Si no fuera por mi encantadora deuda a 12 meses, tendría que andar de viaje 15 días con una laptop achacosa, golpeada, sin tarjeta de red y que pesa 4.5 kilos (eso es el máximo ejercicio que hago últimamente: cargar la laptop). En cambio, ahora podré sacar a pasear mi juguetito tecnológico, con la confianza que me produce tener tarjeta de red y que no me falle a la menor provocación. Ya ni hablemos de que es más chica que las otras y pesa la mitad, ja.
Lo que más me enfurece de usar laptop genérica de la oficina es que son equipos de todos pero de nadie... por lo tanto: si se descompone, no es problema de nadie (ni del área de sistemas); tiene información de todo mundo, pero nadie se atreve a limpiarla; como todo mundo la ha usado, tiene todos los problemas habidos y por haber... pero nadie las piensa cambiar (miento, miento. Dicen que este año sí las renuevan)
Prometo postear palabras pioneras por provincia (¡agh! es contagioso... Al menos no es un octosílabo retrógrado... todavía) pero todavía andaré dando la lata acá en el defectuoso hasta el domingo (espero). Cualquier cosa, con mi secretaria (¡ja! ¡si yo soy la secretaria de la secretaria!)
PD: Una recomendación que me encontré mientras navegaba: las nuevas líneas del metro. Está divertido... Ya no sé si vivo entre Bertrand Russell y Balzac, o entre Thomas de Quincey y Coetzee (ojalá que sea entre estos dos últimos, nomás por preferencia personal)